la humildad... ha llegado en forma de sol... y edad... a mi... suena la harmónica... a rabiar... quizás cerca del río... que se muere... de delírio... al ver amanecer... en un sueño... debajo de ti... anochecer entre tus brazos... húmedos de mi... y con la intensidad... con la que vivo cada instante... quizás jamás encuentre a nadie que lo pueda soportar... y ese es mi rumbo fijo... en esta ciudad... una nória.... que te llevan de una melodía a otra.... como un agridulce vaibén... que te recuerda... cada herida, cada latido... que supura en lágrimas de vino negro... que retumba sin fin... no dejo de amar a nadie... a quien he amado... y se acumula el sentir... se multiplica infinitamente... sin límites ni líneas rojas... suma... y estalla... sin poder respirar nunca más... en paz* (necesito velocidad...